sábado, 20 de noviembre de 2010

A remojarse

La Navidad a la vuelta de la esquina, los árboles y luces ya están puestos y aquí empezamos a disfrutar del buen tiempo, y con ello el no parar por casa.
La temporada de snorkel la empezamos la semana pasada. Fue la primera inmersión en condiciones de la temporada pero no fue muy relajante, porque la primera vez que nos tiramos al agua, estaba tan fría que hasta costaba respirar, y mucho menos meter la cabeza dentro del agua, era como meter la cara en un cubo de hielo...Al menos esa era la sensación que daba...y es que hacía tanto calor después de unos días de bastante fresquito, que el agua aún no se había calentado.
A veces se echa de menos nuestro caldito Mediterráneo...Hay que ver lo fría que está aquí el agua!
Pero bueno, al menos ya tenemos la opción de pasar nuestros días libres en la playa, ya estabamos cansados de cargar con la chaquetita en el que dicen ha sido el otoño más frío en no sé si eran 40 años.
Y ya teníamos ganas de ir pillando el colorcillo para llevarnoslo a España para Navidad, aunque como podéis ver en la foto de una calita llamada Shelly Beach, no fuimos los únicos.
A ver si sois capaces de contar todas las sombrillas que hay en la playa...Sí, sólo dos! Y eso que esta playita, al no tener olas es popular para familias. Es que no se han enterado todavía que tienen un agujero en la capa de ozono que hace más peligrosos los rayos del abrasante sol? Pues esa es la imagen de las playas en Sydney, normalmente poco pobladas, si se comparan por ejemplo con las del Mar Mediterráneo (a excepción de esta) y con contadas o ni una sola sombrilla.
Nosotros no solemos llevar tampoco, para ser sinceros, pero por ejemplo ese día nos acomodamos debajo de unas palmeras que nos ayudaron a tener una siesta como hacía tiempo que no tomabamos...

Hoy también ha sido día de remojo, sobre todo para Luisma que después de casi dos años ha decidido aprender el deporte acuatico rey de este país, el surf. Dejémosle a él publicar un post con las experiencias...la mia desde la orilla ha sido bastante entretenida...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Entreteniendo a la plebe

Ya he dicho varias veces que en Sydney siempre hay algo para hacer y en lo que entrenerse, si no es el festival chino, es el latinoamericano o el festival de comidas del mundo, el de esculturas en el mar y si no, como este fin de semana, el Flugtag de RedBull.
Flugtag es una palabra alemana que significaría algo así como día de vuelo (y si no, alguien que sepa alemán, que me corrija). Seguramente alguna vez hayáis visto en la tele gente tirándose desde cierta altura al agua con unos aviones hechos a mano intentando volar lejos, pero que por lo general caen en picado.
Pues eso vimos ayer, bajo un sol abrasador y entre miles de personas.
La idea era hacer un picnic al aire libre, pero la mayoría de nuestros amigos fueron más listos que nosotros y no vinieron, bien por preferir ir a la playa o quedarse en casa a la sombra.
Ellos ganaron por un lado y se lo perdieron por otro, porque estuvo gracioso, pese a que no aguantamos a quedarnos las 5 horas que duraba, porque ya estabamos bastante tosturrados.
La verdad es que algunos se lo habían currado bastante, pero el resultado no era muy bueno y en lugar de volar unos metros más allá, caían en picado incluso detrás del punto del que se habían tirado.
Pero en el fondo se premiaba la originalidad del avión y la puesta en escena. Los mejores que vimos fueron unos vestidos de Elvis gorditos intentando arrancar un coche que soltaba un humo rojo que simulaba que se estaba quemando al caer al agua. Y otro que representaban una barbacoa tipica australiana, en el que la lata de gas se cayó al agua dando vueltas en el aire.
En general, un día entretenido en un parque con vistas a la ciudad y al mar, en el que se anunciaba cada dos por tres que Webber iba a ganar el mundial de Fórmula 1.....
Al final ganaron unos ingenieros aeronáuticos, batiendo el récor de distancia: 20,5 metros. Con experiencia en aviones de verdad, así cualquiera...ya podían trabajar en Qantas! (uys, que mala soy...)





La semana pasada fuimos a otro de los eventos que he enumerado antes, el de esculturas en el mar, que consta de un paseo por la costa al que solemos ir muchas veces, pero que durante un mes se llena de muchas esculturas de artistas llenos de imaginación que convierten el paseo en un museo al aire libre.



Lo que sea para que la gente no se quede en casa, y nosotros, pues no lo vamos a desaprovechar...