El viernes fue mi último día en la empresa donde he estado trabajando durante un año y nueve meses.
La verdad es que me dio pena porque me han tratado bastante bien, sobre todo mis jefes.
La decisión de irme me costó enormemente, pero es que tenía una oferta más apetecible, por la cercanía y en lo monetario. Y es que tenía 3 horas de camino cada día contando la ida y la vuelta. Y aunque el paisaje fuera bastante bonito y tuviera un montón de tiempo para leer, ahora llegando el invierno, lo mejor era ponerse a buscar otra cosa.
Aún así, como digo, no ha sido fácil, y la despedida tampoco. No es que tuviera lazos muy fuertes, pero cuando entré en esa empresa, después de haber trabajado en los restaurantes o de vendedora puerta a puerta, empecé a ver las cosas distintas por aquí, y siempre les recordaré con cariño. Y creo que ellos a mi también, porque mi jefe me pegó un abrazo como si no me fuera a volver a ver nunca más, que contrasta con mi compañero australiano, que no me dio ni la mano...A veces uno no sabe cómo actuar aquí con eso de las distancias personales. En España somos muy besucones. Aquí como mucho te dan uno, lo de dos es más europeo.
Como curiosidad contar que cuando estaba negociando mi entrada en el sitio nuevo, conseguí que me ofrecieran empezar menos días para no dejar "tirados" a la empresa donde estaba trabajando y poder trabajar uno o dos días por semana para que la persona que me reemplazara tuviera mi ayuda por un tiempo. Lo que también me habría ayudado a decidir más fácilmente si me quería cambiar de empresa o no, trabajando para las dos durante un tiempo.
Además, también podía decidir si quería trabajar toda la semana o tener más días de descanso, por supuesto con el prorateo del sueldo, pero total flexibilidad.
Aunque haya dicho varias veces que en España hay más fiestas o vacaciones, por otro lado aquí hay más flexibilidad. No en todas las empresas, pero sí en bastantes. Aquí muchas madres de niños pequeños, trabajan menos días a la semana o menos horas. También se cobra más por hora, lo que hace que se lo puedan permitir.
En fin, que yo he quedado muy bien en la empresa en la que trabajaba, llevándome buenas referencias, y he quedado bien en la que entro, porque saben que no me gusta dejar "tirado" a nadie. Claro, que para eso, me tendrán que tratar bien.
Hoy ha sido mi primer día y aunque me he despertado como un reloj a la hora de siempre, he tenido el gusto de quedarme en la cama un poquito más mientras escuchaba llover a cántaros.
Y a las cinco ya estaba en casa, porque aún siendo mi primer día, mi jefe no ha venido. Menos mal que tenía más o menos claro que hoy sólo ordenaría papeles. Así que ha sido bastante tranquilo, además, nuestro amigo Fernando trabaja ahí (de ahí el enchufe) y tenía compañía. Ya pondré fotos de las vistas de mi oficina, porque no tienen desperdicio. Con decir que en la puerta del trabajo no hay coches aparcados, sino yates.
2 comentarios:
Mucha suerte en el nuevo trabajo.
Recuerda que el trabajo mas recordaremos sera el de poner voz a las fotocopiadoras.
Un besote muy grande(para los dos)
Y encima no tendrás cucarachas...!!!
Suerte en tu nuevo trabajo y no te encariñes mucho que en 1 año tenéis que estar por aquí de vuelta...
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