Por supuesto había que darle un toque español, así que preparamos unas tortillas y unas empanadas. El resto del menú: ensalada, brochetas de verduras, y carnaza para la barbacoa. Como os podéis imaginar, nos pusimos las botas.
Ya lo hemos comentado en alguna otra ocasión, y es que aquí hay barbacoas en casi cualquier espacio público. Son eléctricas y normalmente gratuitas. Lo único que hay que hacer es pulsar un botón, poner la carne encima, y salivar mientras se va haciendo...
En esta ocasión, fuimos a la playa de Bronte, que es una de mis favoritas. Tiene una amplia zona de barbacoas, y mucho césped para tirarse a la bartola...
Volviendo al cumpleaños, creo que Vir no se puede quejar. Asistieron todos nuestros amigos más cercanos, y lo pasamos en grande.
Y por supuesto, ¡hubo regalos! Vir siempre ha mostrado su predilección por la fotografía, así que a parte de los típico regalos, la cayeron 2 libracos para aprender fotografía.