viernes, 3 de septiembre de 2010

Alta Sociedad

Ayer nos surgió un plan de lo más inexperado. Estaba eliminando el spam del correo de la empresa y me encontré una invitación a una cata de vinos. Le dije a mi compañera que si quería ir, bromeando, y me dijo que fuera yo, también bromeando. Justo antes de mandar el email a la papelera, lo miré por curiosidad y resulta que era un evento en un concesionario de coches de lujo, donde iba a haber cata de vinos, unos monologos, rifas solidarias y exposición de Ferraris, Maserattis, Porches...ya habíamos visto algo parecido cuando vivíamos por la zona (por lo visto, es una vez al mes), así que le dije a Luisma que si ibamos, para ver qué se cocía.
Y fuimos, pensando que a lo mejor nos intentarían vender enciclopedias, o lo que es peor, coches de lujo...pero cuando entramos, la gente no parecía querer venderte nada. Estaba ahí la alta sociedad de Sydney, en la que muchos se conocían e iban bien peripuestos. Y nosotros ahí con nuestros vaqueros, recién llegados de trabajar.
Cuando entramos, lo primero que encontramos fue una mesa donde regalaban puros cubanos, con la opción de encenderlo si querías fumarlo. Al lado dos señoritas muy bien arregladas que me dieron un vale de 15 dolares para comprar en la tienda de moda que había diseñado la ropa que llevaban. No sé qué podre conseguir con esos 15 dolares, a lo mejor el puño de alguna camisa.
Y después había hileras de copas de vino de todas clases, que nada tenían que ver a los que estamos acostumbrados...Estaban bastante buenos, pero más que una cata eran copazos...Vamos que con dolor, lo teniamos que tirar si queríamos probarlos todos, que si no, ibamos a acabar mu malitos.
A parte de eso, subastaban joyas, cuadros, reliquias firmadas, como por ejemplo dos pelotas de tenis firmadas por Nadal y Fererer con su respectiva foto...
Y por último, la exhibición de coches que nunca tendremos, y que tampoco necesitamos, pero aún así nos "probamos", pero es que a mi tener que entrar en un coche medio tumbao, pues no me gusta...
Lo mejor de todo, fue ver los caretos de algunas, operadas de pies a cabeza y colgadas del brazo de algún ricachón. Y lo peor, escuchar el monólogo de un cómico sin gracia (al menos para nosotros).
Ah! y se me olvidaba, lo que más gorroneamos fue queso, que también daban a probar y estaba buenísimo. Igual eramos los que menos pasta teníamos de todos, pero fuimos los únicos que al final compramos. Los demás se habrían quedado sin calderilla después de haberse comprado el Ferrari.
En fin, que voy a empezar a mirarme más lo que llega de spam a la empresa, que puede que el mes que viene, nos presentemos otra vez...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja qué cracks! muy bueno!
A veces el spam no es tan malo no? jeje

Anónimo dijo...

ciao ragazzi

si quieres te puedes llevar el ferrari, te queda bien

Fdo
Luca de Montezemolo