El pasado domingo estábamos con ganas de conocer un poco más Sydney, así que decidimos visitar el Opera House por dentro, entre otras cosas porque era la jornada de puertas abiertas, y por tanto era gratis... ya sabéis, la pela es la pela...
Estaba lloviendo a cántaros, así que estuvimos esperando toda la mañana con la esperanza de que escampara. Pero no paro, así que a la 1pm salimos para el Opera House. Como no hay mal que por bien no venga (o eso suelen decir), no tuvimos que esperar mucho para entrar.
El Opera House está compuesto de un par de teatros pequeños (con capacidad para 400 personas), una sala de conciertos y la opera. En el recorrido de la visita pudimos disfrutar de los ensayos de varios artistas que están actuando ahora mismo: bailarinas de ballet, un pianista, un saxofonista, etc. Definitivamente, estaba todo preparado para hacer ameno un día en la opera.