La Isla Norte no es tan montañosa y verde como la sur, pero tiene sus atracciones también.
Si la Isla Sur era la isla de las montañas y lagos, ésta era la Isla de los volcanes y hobbits. Y en eso se basó nuestra visita.
Uno de los días lo pasamos haciendo el Tongariro Crossing, una ruta de 19km que está entre las mejores del mundo y la número 1 de Nueva Zelanda. Y la verdad es que no defrauda, aunque solo pudimos hacer la mitad, que consta de los mismos km que la ruta normal, más que nada porque la empiezas y acabas en el mismo punto. La ruta normal estaba cerrada porque un de los volcanes estaba activo y era peligroso cruzar. Pero viendo sólo la mitad de la ruta puedo decir que es increíble.
No es un paseo fácil porque hay que hacer muchos ascensos y descensos por terreno volcánico y la diferencia de temperatura entre unas partes y otras es importante, por lo que hay que ir bien preparado.
Nosotros tuvimos muchísima suerte con el tiempo, nos dijeron el día anterior que con lluvia no la podíamos hacer, y aunque llovió bastante la noche de antes y esa misma mañana, cuando decidimos empezarla, el cielo estaba completamente despejado durante todo el camino, nublándose sólo al final.
En esa parte de la Isla, se rodó el final de la película de El señor de los anillos, la destrucción de el anillo.
De allí seguimos rumbo al inicio de la historia, pero primero pasamos por Huka Falls y también visitamos el pueblo más apestoso de Nueva Zelanda.
Huka Falls es una serie de cascadas y rápidos por la que pasan hasta 220,000 litros por segundo. Increíble ver el río Waikato que normalmente tiene 100 metros de ancho, estrechándose a 20 metros y causando ese milagro de la naturaleza.
El pueblo más apestoso de Nueva Zelanda es Rotorua y se debe a la gran actividad geotermal de la zona y del sulfuro de sus tierras y aguas. Al acercarse al pueblo empieza a oler a huevo podrido y es un olor que no dejas hasta que te alejas. Aún así fuimos capaces de dormir al aire libre y pasear por uno de los parques en los que se ven termas naturales, humo saliendo de la tierra, lodos echando burbujitas y hasta meter los pies en aguas termales de forma gratuita.
Como íbamos justos de tiempo, no pudimos visitar los pueblos maoríes de alrededor, pero nos han dicho que merece la pena.
La siguiente parada fue Hobbiton, donde se rodó el principio de El señor de los anillos y el Hobbit. Decir que si hicieron negocio con la película con esta atracción se forran día a día.
Peter Jackson pasó bastante tiempo por Nueva Zelanda, mirando paisajes, lugares hasta que se enamoró de una de las fincas de la Isla Norte, la cual modificó a su gusto para recrearla tal cual la describió Tolkien.
Los dueños de la finca, después del rodaje empezaron a recibir visitas de turistas pidiéndoles si les podían enseñar la finca donde se rodó La Comunidad del Anillo. Después de un tiempo, vieron que había negocio, y aunque parte de los escenarios los habían retirado o estaban destrozados, hablaron con Peter Jackson y aceptó al segundo en hacerlo una atracción a 75$ la entrada por persona.
Bastante caro, pero bastante interesante. Renovaron gran parte de los decorados para hacerlos duraderos a los años y el clima. Lo que fue poliestireno en la película lo han convertido en madera, piedra y ladrillos. Incluso ahora hacen su propia cerveza y en el tour está incluida. Faltaría más!
Por último visita a Auckland, ciudad de salida a nuestro viaje por el sudeste asiático. De la tranquilidad de Nueva Zelanda al caos de Vietnam.
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