Ayer, a un mes del mio, fue el cumple de Hiro, y decidimos hacerle una fiesta sorpresa, no faltó de nada: globos, velas, tarta y hasta confeti. Lo planeamos en un día, y salió perfecto. Rashed se la llevó a regañadientes a alquilar una película, Yusuke vino corriendo de trabajar para abrirnos la puerta y en tiempo record lo preparamos todo. Llenamos la casa de globos, velas y preparamos la tarta con bengalas, para cuando ella llegara. Muy infantil, pero es que estos japos son como niños y pensamos que les gustaría. Y Hiro parecía encantada.
Y todo esto, como disculpa por irnos de viaje y no poder estar el sábado en la celebración oficial. Otra vez será.
miércoles, 26 de agosto de 2009
lunes, 24 de agosto de 2009
Fin de semana en Brasil
No, obviamente no hemos pasado el fin de semana en Brasil, sólo nos habría dado tiempo a llegar y volver de nuevo, pero una vez más, Brasil ha ganado.
El viernes salimos con nuestra family y decimos ir a uno de los restaurantes brasileños a comer carnaza. Son como los rodizios en España, donde tu pagas una cantidad y puedes comer hasta reventar o hasta tener alucinaciones, donde ya no es el camarero el que viene con la espada llena de carne a ofrecerte, sino la vaca que viene con la espada a vengar a toda su familia...
Y es que cuando terminas decides hacerte vegetariano. Cuánta carne!!! (pero qué buena que estaba). Lo peor es que aunque por fin hicimos realidad nuestro plan de ir a ese restaurante, lo hicimos el día anterior de nuestra primera barbacoa en Australia. Lo más famoso de la gastronomía de este país. Pero no fue con australianos, fue con un brasileño, Juliano, en la casa que comparte con unos neozelandeses. Como hacía muy buen tiempo, el resto de los amigos de Juliano nos plantaron por irse a la playa y nos tuvimos que comer todo, no se fuera a estropear! Menos mal que 2 de los 4 niños kiwis que ahí viven nos ayudaron! Un encanto de niños, pero fastidia que la niña de dos años hablara mejor que yo...
Uno de los platos fue canguro, este estuvo muchísimo mejor que el primero que probamos, y mi imaginación no me traicionó esta vez. De postre, Caipirinha, bueno, más bien limonada, porque no teníamos limas y no hice bien el calculo de ingredientes.
Y después de la barbacoa, otra fiesta de despedida de brasileños, Marina y Ricardo. Ya la habíamos tenido hacía unas semanas, pero esta era la refinitiva. Quién sabe si les volveremos a ver, quizás en España, porque les gustaría probar la vida allí dentro de un tiempo.
Sólo nos faltó pasar el domingo con nuestros otros contactos de Brasil, Keila y Sergio. Pero para compensar, nos vamos con ellos unos días de vacaciones a la nieve, para que la vean por primera vez en su vida. Para ello, viaje a Melbourne!! (otra vez)
El viernes salimos con nuestra family y decimos ir a uno de los restaurantes brasileños a comer carnaza. Son como los rodizios en España, donde tu pagas una cantidad y puedes comer hasta reventar o hasta tener alucinaciones, donde ya no es el camarero el que viene con la espada llena de carne a ofrecerte, sino la vaca que viene con la espada a vengar a toda su familia...
Y es que cuando terminas decides hacerte vegetariano. Cuánta carne!!! (pero qué buena que estaba). Lo peor es que aunque por fin hicimos realidad nuestro plan de ir a ese restaurante, lo hicimos el día anterior de nuestra primera barbacoa en Australia. Lo más famoso de la gastronomía de este país. Pero no fue con australianos, fue con un brasileño, Juliano, en la casa que comparte con unos neozelandeses. Como hacía muy buen tiempo, el resto de los amigos de Juliano nos plantaron por irse a la playa y nos tuvimos que comer todo, no se fuera a estropear! Menos mal que 2 de los 4 niños kiwis que ahí viven nos ayudaron! Un encanto de niños, pero fastidia que la niña de dos años hablara mejor que yo...
Uno de los platos fue canguro, este estuvo muchísimo mejor que el primero que probamos, y mi imaginación no me traicionó esta vez. De postre, Caipirinha, bueno, más bien limonada, porque no teníamos limas y no hice bien el calculo de ingredientes.
Y después de la barbacoa, otra fiesta de despedida de brasileños, Marina y Ricardo. Ya la habíamos tenido hacía unas semanas, pero esta era la refinitiva. Quién sabe si les volveremos a ver, quizás en España, porque les gustaría probar la vida allí dentro de un tiempo.
Sólo nos faltó pasar el domingo con nuestros otros contactos de Brasil, Keila y Sergio. Pero para compensar, nos vamos con ellos unos días de vacaciones a la nieve, para que la vean por primera vez en su vida. Para ello, viaje a Melbourne!! (otra vez)
martes, 18 de agosto de 2009
Paella colombiana
El sábado tuvimos la revancha de la paella. La anterior semana yo fui la encargada y esta semana, Fernando, uno de los colombianos que vino a probar la paella española, hizo su versión. La verdad es que estaba mucho mejor que la mia, aunque no era exactamente paella, faltaba el colorcito y cambiar el cerdo por el pollo o conejo. Pero es que aquí los conejos no se comen, se comen los canguros o los cocodrilos, pero no los conejos, debe ser porque son criaturas demasiado pequeñas para servir como alimento. Los verán como bichitos, total, hay arañas que parecen cangrejos...
La carne de canguro ya la hemos probado, aunque yo no la disfruté, no sé si por mi imaginación o porque estaba fatal adobada. El sabor es parecido al del jabalí, porque es bastante fuerte, pero la testura es distinta. No sé si me atreveré a volverla a probar.
Y el cocodrilo todavía no lo hemos encontrado, pero dicen que está bastante bueno, mezcla entre pollo y pescado. No sé, no me llama mucho la atención...
En fin, que en la próxima revancha nos dejamos de cosas raras e igual intentamos un cocido madrileño o unas migas extremeñas, que uno de los amigos de Fernando quiere saber qué son, que su hermana lleva viviendo muchos años en España y dice que es lo mejor que ha probado nunca. Pediré asesoramiento a mi padre, que es experto.
La anecdota del otro día, es que conocimos a la compañera de piso de Fernando, una australiana que estuvo viviendo en España 3 años, en un pueblito en Aragón, Tarazona.
Dice que le encantó la cultura, que la primera noche una familia del pueblo la invitó a cenar y ella que solo sabía decir "soy australiana" en español...Así da gusto, olé los pueblos españoles!
El día terminó con un conciertillo en un bar que encontramos por casualidad. No lo hacían mal, aunque las canciones eran de grupos conocidos. Vamos una orquestilla pero a lo grunge. Ahí dejo una foto, que la de la comilona se me olvidó tomarla.
La carne de canguro ya la hemos probado, aunque yo no la disfruté, no sé si por mi imaginación o porque estaba fatal adobada. El sabor es parecido al del jabalí, porque es bastante fuerte, pero la testura es distinta. No sé si me atreveré a volverla a probar.
Y el cocodrilo todavía no lo hemos encontrado, pero dicen que está bastante bueno, mezcla entre pollo y pescado. No sé, no me llama mucho la atención...
En fin, que en la próxima revancha nos dejamos de cosas raras e igual intentamos un cocido madrileño o unas migas extremeñas, que uno de los amigos de Fernando quiere saber qué son, que su hermana lleva viviendo muchos años en España y dice que es lo mejor que ha probado nunca. Pediré asesoramiento a mi padre, que es experto.
La anecdota del otro día, es que conocimos a la compañera de piso de Fernando, una australiana que estuvo viviendo en España 3 años, en un pueblito en Aragón, Tarazona.
Dice que le encantó la cultura, que la primera noche una familia del pueblo la invitó a cenar y ella que solo sabía decir "soy australiana" en español...Así da gusto, olé los pueblos españoles!
El día terminó con un conciertillo en un bar que encontramos por casualidad. No lo hacían mal, aunque las canciones eran de grupos conocidos. Vamos una orquestilla pero a lo grunge. Ahí dejo una foto, que la de la comilona se me olvidó tomarla.
miércoles, 12 de agosto de 2009
City 2 Surf
El pasado domingo se celebró uno de los acontecimientos deportivos más populares de Sydney: el City2Surf, que es una carrera popular que sale del centro de la ciudad y termina 14 km después en la playa de Bondi (lugar de culto para los surferos). Este año ha reunido a 75000 corredores, entre los cuales me iba a encontrar yo (me había estado preparando la carrera durante 3 semanas), pero cuando fuí a apuntarme una semana antes, ya se había cerrado el plazo de inscripción :-(
Como consuelo, el domingo me levante tempranito para ir a ver la carrera. Es una especie de San Silvestre, aunque la verdad, me pareció un poco apagada. La gente no animaba mucho, y la mayoría de los "corredores" iban andando. Supongo que es la única forma de poder pasear por la ciudad sin preocuparte de los semáforos...
Abajo os dejo unas fotitos de lo más destacable.
Y cambiando de tema, el mismo domingo, para celebrar mi no participación en el City2Surf (más bien para celebrar los $50 que me ahorré) vinieron unos amigos a casa e hicimos una paella (toma ya!!), sin paellera (toma y toma!!!). Hay que reconocer que tenemos que perfeccionarla, pero estaba buena. Entre los comensales estuvo Pablo (nuestra yellow crested cacatoo), al que le dimos un poco de pan (en una de las fotos de abajo podéis ver como coge el pan con su patita, pa'partirse de risa).
jueves, 6 de agosto de 2009
El pirulí de Sydney
Hoy he sacado una fotillo desde la ventana de lo que se ve de la ciudad en la nueva casita. La verdad es que vivir en un quinto en una de las colinas de Sydney permite que las vistas sean chulas y más si el atardecer deja una bonita estampa en el cielo. No es que se vea mucho de la ciudad, pero vemos uno de los iconos de aquí, la torre de Sydney. Y no es de estrañar, porque sus 279 metros la permiten ser vigilada desde muchas partes.
Otra curiosidad de esta atracción que la gente utiliza como mirador, es que 56 cables la sostienen, cables que si se estiraran, cubrirían la distancia entre Australia y Nueva Zelanda. También es imagen de las noticias españolas en Nochevieja cuando anuncian que los australianos ya han comenzado el año hace unas horas, junto con los fuegos artificiales desde el puente cercano al Opera House.
Por lo demás, ya estamos casi en fin de semana! Creo que el domingo haremos una paella en casa con algunos de nuestros amigos para que prueben las delicias españolas...
Otra curiosidad de esta atracción que la gente utiliza como mirador, es que 56 cables la sostienen, cables que si se estiraran, cubrirían la distancia entre Australia y Nueva Zelanda. También es imagen de las noticias españolas en Nochevieja cuando anuncian que los australianos ya han comenzado el año hace unas horas, junto con los fuegos artificiales desde el puente cercano al Opera House.
Por lo demás, ya estamos casi en fin de semana! Creo que el domingo haremos una paella en casa con algunos de nuestros amigos para que prueben las delicias españolas...
lunes, 3 de agosto de 2009
Primavera-verano-invierno
Cuánto tiempo sin escribir, lo sé, pero es que Luisma me deja siempre la responsabilidad de hacerlo. Ya sabía yo que tenía que haber llamado al blog Virenaustralia y obviar a Luisma en el título, pero el nombre ya estaba cogido por Virgilio el trotamundos.
Este fin de semana hemos podido disfrutar del adelanto de la primavera, aunque aquí el invierno sólo dura dos meses y en realidad no es tal invierno, ya se echa de menos poder ir a la playa a meterse un bañito como estáis haciendo vosotros ahí en España.
Aunque mucha gente lo hace durante todo el año en las playas de Sydney, pero nosotros no somos aunténticos guiris porque procedemos de donde el verano abrasa metafórica y literalmente.
Pues eso, que aunque sea agosto, lo equivalente a febrero, ayer pudimos pasear en manga corta y tomarnos un Fish and Chips torrándonos al sol, y más no pudimos hacer para broncearnos el fin de semana porque hemos pasado casi todas las horas de sol durmiendo, recuperándonos de las largas noches de Fiefzta.
Y es que este finde hemos tenido una despedida de una amiga brasileña (otra más de aquellos que se van y no vuelven) y otra fiesta de celebración de que Hiromi (nuestra excompañera de piso) ha encontrado trabajo. La verdad es que lo hemos pasado muy bien, los japos son muy graciosos porque todo les impresiona y los sudamericanos siempre tienen muchas cosas que contar y ganas de bailoteo.
Este fin de semana hemos podido disfrutar del adelanto de la primavera, aunque aquí el invierno sólo dura dos meses y en realidad no es tal invierno, ya se echa de menos poder ir a la playa a meterse un bañito como estáis haciendo vosotros ahí en España.
Aunque mucha gente lo hace durante todo el año en las playas de Sydney, pero nosotros no somos aunténticos guiris porque procedemos de donde el verano abrasa metafórica y literalmente.
Pues eso, que aunque sea agosto, lo equivalente a febrero, ayer pudimos pasear en manga corta y tomarnos un Fish and Chips torrándonos al sol, y más no pudimos hacer para broncearnos el fin de semana porque hemos pasado casi todas las horas de sol durmiendo, recuperándonos de las largas noches de Fiefzta.
Y es que este finde hemos tenido una despedida de una amiga brasileña (otra más de aquellos que se van y no vuelven) y otra fiesta de celebración de que Hiromi (nuestra excompañera de piso) ha encontrado trabajo. La verdad es que lo hemos pasado muy bien, los japos son muy graciosos porque todo les impresiona y los sudamericanos siempre tienen muchas cosas que contar y ganas de bailoteo.
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