Cuánto tiempo sin escribir, lo sé, pero es que Luisma me deja siempre la responsabilidad de hacerlo. Ya sabía yo que tenía que haber llamado al blog Virenaustralia y obviar a Luisma en el título, pero el nombre ya estaba cogido por Virgilio el trotamundos.
Este fin de semana hemos podido disfrutar del adelanto de la primavera, aunque aquí el invierno sólo dura dos meses y en realidad no es tal invierno, ya se echa de menos poder ir a la playa a meterse un bañito como estáis haciendo vosotros ahí en España.
Aunque mucha gente lo hace durante todo el año en las playas de Sydney, pero nosotros no somos aunténticos guiris porque procedemos de donde el verano abrasa metafórica y literalmente.
Pues eso, que aunque sea agosto, lo equivalente a febrero, ayer pudimos pasear en manga corta y tomarnos un Fish and Chips torrándonos al sol, y más no pudimos hacer para broncearnos el fin de semana porque hemos pasado casi todas las horas de sol durmiendo, recuperándonos de las largas noches de Fiefzta.
Y es que este finde hemos tenido una despedida de una amiga brasileña (otra más de aquellos que se van y no vuelven) y otra fiesta de celebración de que Hiromi (nuestra excompañera de piso) ha encontrado trabajo. La verdad es que lo hemos pasado muy bien, los japos son muy graciosos porque todo les impresiona y los sudamericanos siempre tienen muchas cosas que contar y ganas de bailoteo.
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