Los convictos e hijos de convictos británicos decidieron festejar este día como día del orgullo de ser australiano y vivir en un país tan maravilloso.
Sin embargo, para los aborigenes, los verdaderos australianos, el significado de este día era más bien de luto, ya que en ese día empezaron a ser víctimas de las atrocidades que los británicos les hicieron, como lapidarles, robarles a los niños para que no se juntaran entre ellos y así acabar con la raza aborigen, y lo típico que todos los colonizadores (incluidos españoles) han hecho a los habitantes de los países que "descubrieron".
Aún así y como es normal, para muchos aborigenes sigue siendo un día triste y sin sentido de celebración.
Para los que lo celebran, lo típico es vestirse de los colores de la bandera australiana, e ir a hacer lo que realmente se les da bien a los australianos: barbacoas, picnics y beber en los parques y playas, además de desempolvar los coches antiguos y lucirlos en la calle.Los gobiernos de aquí han promovido siempre el uso de la bandera, algo que por ejemplo en España no suele pasar por la historia que hemos tenido, pero que a mi punto de vista debería cambiar en un futuro, no hay nada malo en estar orgulloso del país en que se vive (aunque ahora muchos tengan ganas de huir de él).
Evidentemente nosotros no nos cargamos de la bandera australiana el otro día, pero sí lo celebramos con una barbacoa con muchos aussies alrededor. Algo no muy usual. Primero, porque casi nunca vamos con australianos, y segundo porque no nos hizo falta ni encender la barbacoa puesto que algunos eran muy buenos cocineros que prepararon todo tipo de platos, entre ellos una especie de tortilla española de unos ocho centímetros de grosor.