Visita de Julia

Hace 2 semanas estuvo por aquí Julia, una ex-compañera de mi etapa en Barcelona. Ha venido con su hermano a pasar unas 3 semanas descubriendo Australia. Su primera parada fue Sidney, y aunque su estancia fue corta (sólo 2 días) tuvimos tiempo suficiente para enseñarles un restaurante tailandés y un garito "típico" de Sidney. Los restaurantes tailandeses están muy bien, son muy baratos: por unos 10 dólares (6 euros aprox.) se pone uno hasta arriba, y si no se puede terminar todo lo que hay en el plato, se pide un "tupper" y ya tenemos comida para mañana. Por garito "típico" Sidney me refiero a una especie de pub de grandes dimensiones con billares, zona de apuestas y unas 10 marcas distintas de cerveza de barril.
Después de la introducción a la gastronomía y cultura "cervezil" pasamos por Hyde Park, un parque que se encuentra en el centro de Sidney, y que por la noche se llena de Possums, un animal autóctono de estas tierras que sale de noche en busca de comida. No son tan tiernos como los koalas, pero son mucho más amigables y tienen las uñas más cortas. Al principio pensábamos que estaban ciegos, porque cuando bajan de los árboles te puedes acercar a ellos y no se inmutan, parece que no te ven. Pero pudimos constatar que lo que pasa es que no tienen miedo, y simplemente esperan que les des algo de comer.

Ya son 28

El viernes fue mi cumpleaños, 28 septiembres ya, aunque primer cumpleaños en tierras lejanas.
Gracias a todos por las felicitaciones que recibí por e-mail, mensaje o llamada. La pena fue no poder celebrarlo con vosotros, con unas tapitas y comida española.
Para contrarestar lo celebré con una barbacoa australiana en la playa con la asistencia de 16 personas y podrían haber sido más si el tiempo se hubiera portado mejor, porque fue un día bastante ventoso. Al menos no trajo arena del desierto como el miércoles.
El día fue completito, porque teníamos otro plan para la noche. Uno de nuestros profesores de inglés, que vino a la barbacoa estaba celebrando una fiesta en su casa, y por cumplir invitó a los que vinieron a mi cumpleaños, así que fue como una segunda celebración, así que entre nosotros, los que había, y los que se colarían en la casa, más que una casa, parecía una discoteca.
Lo raro es que ningún vecino se quejara. Igual es que también estaban dentro.

Sydney vestida de rojo

Hoy hace exactamente 8 meses desde que llegamos (el tiempo vuela!), y todavía vemos cosas nuevas, que nunca habíamos visto.
Aquí las persianas no quitan la luz como en España. Yo siempre me preguntaba por que en las series americanas, cuando se despertaban, la habitación estaba completamente iluminada, pensando que no era real. Pero me he dado cuenta que aquí es bastante normal. Las persianas, llamadas "blinds" en ingles (blind=ciego), no ciegan en absoluto.
Y con lo mal que están distribuidas las horas, a las 6 ya es completamente de día, en la calle y en casa.
Bueno, pues hoy me he despertado a las 6 y toda la habitación estaba naranja y he pensado: 'que raro, que el sol este dando hoy directamente aquí, cuando es imposible en un piso orientado al norte'...
Me he vuelto a dormir, y a las 7, cuando me he levantado para ir a trabajar, la habitación seguía naranja, me he asomado y en la calle había como una niebla bastante rara. Me daba miedo hasta salir a la calle, porque no veía a nadie andando, sólo coches y parecía una nube tóxica más que otra cosa. Así que al final he pensado que a lo mejor la niebla en Australia funcionaba así.
Pero no era niebla, era polvo. El origen, fuertes vientos que durante la noche ha traido 1000 toneladas (según el periodico) de arena del desierto a cientos de km de aquí, lo que ha vestido Sydney de rojo, los coches y hasta el gato blanco de uno de mis compañeros...Imáginate despertarte y que tu gato haya cambiado de color!! Me pregunto de qué color estaría Pablo.
Bueno, pues ya hemos vivido un tsunami, una tormenta de arena, ¿cuál será el próximo fenómeno?
Ah! Las fotos no están trucadas, son de www.smh.com y una tomada por mi.

Disfrutando del buen tiempo

Si hace poco decía que la primavera ya había llegado, ahora tengo que decir que la primavera duró una semana, porque las temperaturas que estamos teniendo son de puro verano.
Para darle la bienvenida, el pasado fin de semana, lo pasamos en la playa.
El sábado hicimos barbacoa en Bronte, una de las playas que más nos gustan de Sydney, porque no está tan poblada como la famosa Bondi, y además tiene barbacoas públicas para el uso y disfrute de todo el que quiera pasar un día en familia o con amigos.
Es una maravilla, el ambiente que se respira es muy bueno, y no sólo por el olor a churrasco sino porque hay muy buen rollito. La gente espera pacientemente su turno, hace deporte, se va al agua a refrescarse, vamos, que las horas pasan volando entre perrito caliente y hamburguesa.
Nosotros nos decantamos por el canguro, hay que acabar con el excedente y además mucho más sano. Lo venden como 99% libre de grasa, será porque lo quema todo dando saltos y no haciendo el vago como las vacas o los cerdos.
Ya me estoy acostumbrando al sabor y no me da tanto remordimiento comérmelo, aunque hay que decir que el toquecito que le da nuestro amigo Juliano, el master chef del churrasco, debe ayudar. Pero para mi lo mejor de todo es el pan de ajo. Aquí no se lleva mucho comer pan de panadería, pero el pan de ajo se compra sin hacer y se puede asar en el horno o poner en una barbacoa. Esto es menos saludable que la carne de canguro, porque está relleno de una salsa de ajo, muy suave, pero también un poquillo grasienta.
El domingo, volvimos a la playa, pero para intentar pillar un poquito de colorcito, porque es el mes de septiembre que más blancuzcos hemos estado de toda nuestra vida. Aprovechamos para ir a Bondi, que estaba bastante concurrida (aunque ya quisiera Benidorm estar así en verano). Era The Festival of the Winds (el festival de los vientos), donde se hizo una exhibición de cometas de todo tipo. No sé si estaba más poblada la arena de gente o el cielo de cometas de colores. Algunas bastante originales.
En resumen, el fin de semana ha sido bastante relajado y disfrutando de las horas del día. Lo ideal para pasar la semana descansado. Bueno, eso se habría cumplido si el lunes no hubieramos salido por la noche, pero teníamos escusa, tuvimos nuestra primera visita desde España, aunque eso ya lo contaré en otro post.

Cena a la japonesa (karaoke incluído)

Este viernes fuimos a un restaurante japonés llamado "JuJu" (pronunciado "yuyu") y pudimos degustar comida típica japonesa junto con parte de nuestra family (Hiro y Rashed) y otra pareja de amigos (Naoko y un indio del cuyo nombre no nos acordamos nunca).

Como curiosidad, os diré que para entrar hay que quitarse los zapatos, así que no es buen sitio para el que le suden mucho los pies. Además, no tiene sillas, sino unos cojines que aparentemente están en el suelo rodeando la mesa. Y digo aparentemente, porque debajo de la mesa hay un agujero para meter los pies. Agujero que yo no vi, y cuando me fui a sentar, meti sin darme cuenta los 2 pies en el maldito hoyo y me di una buena leche.

Después pudimos disfrutar de variopintos platos japones de cuyos nombres no me acuerdo, y de la bebida típica: sake. Para quien no lo sepa, el sake se puede tomar frío o caliente. Se supone que en invierno el caliente entra mejor, y en verano, lógicamente, el frío. A mi ni me gusta ni me disgusta (donde esté una cervecita fresquita...), pero dentro del entorno japonés entra bastante bien.

Para rematar la noche Vir y yo decidimos cantar en el karaoke. Yo tenía claro que si hacía el ridículo, lo hacía en español. Lo malo, es que el número de temas en español era bastante reducido, y teníamos que elegir entre temas de Los Panchos y uno de Las Keptchup (el aserejé). Debido a que mi voz no está a la altura para interpretar a Los Panchos, pues decidimos imitar a Las Keptchup, baile incluido. Así que allí estábamos, encima del escenario, ante la atónita mirada de australianos y japoneses dejando bien alto a España. Cuando terminamos nos llevamos una pequeña ovación, así que el esfuerzo no fue en vano.

Buenas acciones

Ya escribió Luisma un post haciendo un guiño a la serie "Me llamo Earl", la que dice: Haz cosas buenas y cosas buenas te sucederán. Eso de vez en cuando se cumple.
En Australia hay 5 millones de voluntarios, lo que se traduce como que 1 de cada 4 personas, dedica su tiempo a actividades no lucrativas, y yo, soy una de ellas.
Me imagino que todas esas personas quieren contribuir a ayudar a una sociedad, donde el gobierno apenas aporta nada, siendo las empresas con sus fondos y las personas, con lo más preciado, su tiempo, las que donen su granito de arena.
Hace 4 meses que dedico algunas de mis horas libres a trabajar en una ONG como voluntaria, haciendo trabajos administrativos e intentando ayudar en lo que surja. Para ser sincera, empecé por tres razones, conseguir experiencia, practicar inglés y de paso seguir con la carrera de voluntaria que empecé en España.
Trabajar de martes a viernes es un lujo, lo que significa tener 3 días de fin de semana. Pero mi elección es trabajar los lunes también aunque sin beneficio monetario, pero sí personal.
El otro día me ofrecieron trabajar más horas en la empresa, a tiempo completo, pero me respetan los lunes así que seguiré teniendo la oportunidad de ir a mi ONG, donde tengo muy buenos momentos al lado de Euna, la koreana contable a la que ayudo, que lleva más de 15 años en Australia y habla 10 veces peor que yo. O Andrew, un hombre que lleva 11 años yendo 3 días por semana de forma voluntaria porque tiene una discapacidad que le impide trabajar. Bueno, en realidad, no le impide, porque hace perfectamente su trabajo de recepcionista. Pero, él prefiere trabajar ahí, aunque no le paguen y seguir tirando con su pequeña pensión.
Andrew es un filósofo, y es muy agradable tener conversaciones con él. Aunque a veces pienses que cambia de tema si avisar, al final, si le dejas terminar, todo el conjunto tiene sentido.
Por ejemplo, un día pasó un coche de policía con su sirena y salió corriendo a ver qué pasaba. Me dijo que de pequeño, solía hacerlo en su casa, cada vez que escuchaba una sirena (como todos los niños).
Me contó que después de los problemas de corazón que le dejaron secuelas de por vida, una vez empezó a intentar retomar su carrera de asuntos sociales, llegó a la ONG a hacer una entrevista. Quería hacer de trabajador social, pero la jefa del centro le propuso ayudar como voluntario en la recepción. Él se fue un poco deprimido a casa, pensando que no tenía ni siquiera oportunidad de voluntario. Y yendo para casa, vio pasar a un montón de coches de bomberos, policía y ambulancias. En ese momento pensó, que cada uno de ellos tenían una habilidad, que los policías no podían curar a los heridos, ni los doctores apagar fuegos, por lo que pensó que a lo mejor su habilidad era la de ser recepcionista, atender a la gente y darles información. Y me dijo: "así que al cabo de 11 años Virginia, me he dado cuenta que cada uno tiene una labor y una habilidad para desempeñarla, y la mia es la de recepcionista".
Así que vuelvo a lo de "haz cosas buenas y cosas buenas te sucederán". No sólo es mi aumento de horas, tareas y sueldo lo bueno que me ha pasado ultimamente, sino que también puedo disfrutar de historias como la que acabo de contar.

La primavera ya llegó...

Ya me despido del abrigo...
Eso es, no sólo es una canción de Los Delinquentes, también es una realidad. Y es que aunque el anterior post fuera de nuestra experiencia en la nieve, en Sydney ya es primavera-verano.
No es que hayamos pasado unos meses de invierno muy duros, pero ya se echaba de menos la posibilidad de pasar el día libre en la playa, a tomar el sol o jugar al voley, porque al agua es sólo para los surferos protegidos con sus trajes de neopreno, está helada!
Bueno, después de una fiesta con todo tipo de personajes el viernes que nos dejó destrozados para todo el fin de semana, hoy hemos sacado fuerzas para dar un paseo por la costa, a ver si veíamos ballenas o delfines en el horizonte, que ahora dicen que hay muchos. Pero no ha habido suerte, habrá que encontrar otro punto donde verlos, aunque lo que sí hemos visto son decenas de cangrejos que nos habrían ayudado para nuestra próxima paella. Pero eran tan graciosos que nuestra conciencia no nos ha dejado cazarles.

Vacaciones en la nieve

Si por algo es famosa Australia, es por sus montañas cubiertas de nieve. O eso era Austria? (mierda!)
Bueno, el caso es que decidimos ir a la nieve a "esquiar". Lo pongo entre comillas porque era la primera vez para algunos y segunda para mí, así que os podéis imaginar lo expertos que fuimos.
Fuimos con Keila y Sergio, dos amigos brasileños que tienen familia cerca de Melbourne, y allí nos acoplamos nosotros, colocando el cartel de completo, ya que nos juntamos 11 personas en total.
La familia nos acogió como si fueramos de los suyos, así que a pesar de estar apretados, hemos pasado un rato agradable y cada vez sabemos más portugués, inglés no sé, pero tanto estar con brasileños, parece que vivimos en Brasil. Eso que nos llevamos, dos idiomas al precio de uno! Aunque también contaría el japonés...
A lo que estaba...El domingo, el día de la nieve, a pesar del frío, se convirtió en un infierno! Nos levantamos a las 4,30 de la mañana porque nos esperaban 3 horas de viaje a las montañas, disfrutamos de un bonito paisaje con canguros cruzando la carretera y alguno atropellado. Una vez en destino, caídas, golpes, estalactitas en la nariz, más caídas, ventisca...En resumen: DIVERSIÓN, pese a ser duro y sufrir, lo pasamos bastante bien. Aunque más que suficiente, dejémonos de frío y esperemos que las próximas actividades sean más acuáticas, que es lo que se debe hacer en este país.
Por cierto, no tenemos muchas fotos porque me olvidé la cámara en el coche y a la que tenían los otros se le congeló la lente y las fotos no son de mucha calidad.